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Con la llegada del frío apetecen los platos de cuchara, y muchos de ellos están elaborados a base de legumbres. Garbanzos, lentejas, alubias… podemos comerlas en cualquier época del año, también en verano, pero cierto es que apetecen especialmente en otoño e invierno. Algo que nuestro organismo agradecerá, porque las legumbres poseen muchas propiedades de las que carecen otros alimentos. Además, si las legumbre son ecológicas más saludables aún, puesto que mantendrán mejor todas sus propiedades.
· Proteínas
Pueden presumir de ser el grupo de alimentos de origen vegetal con mayor contenido de proteínas, necesarias para el crecimiento y el aporte energético. De ahí que sea uno de los alimentos con mayor presencia en la dieta de las personas vegetarianas y veganas, quienes no consumen proteína de origen animal. Los nutricionistas suelen recomendar dos o tres raciones de legumbres por semana, siempre y cuando consumamos carne, pescado y huevos. Por eso, quienes llevan una alimentación vegetariana pueden aumentar esas raciones hasta cinco semanales.
· Hierro
El hierro es otro componente que necesita nuestro organismo, un mineral sin el cual la sangre no podría transportar el oxígeno por los órganos correctamente, y es por ello que una carencia de hierro hace que nos sintamos fatigados. Las legumbres, especialmente las lentejas y los garbanzos, nos ayudarán a mantener estables nuestros niveles de hierro.
· Otros minerales
Además del hierro, las legumbres son ricas en otros minerales. Nos aportan calcio, fósforo, magnesio, yodo y potasio, entre otros.
· Fibra
Todas las legumbres tienen un alto contenido en fibra lo que hace que los platos elaborados con ellas sean muy saciantes y favorezcan el tránsito intestinal.
· Combinan con todo
No todas las razones por las que debemos consumir legumbres están relacionadas con la salud. No debemos obviar que son un alimento muy versátil en la cocina, que podemos acompañar con todo tipo de verduras, pero también con carnes, pescados y cereales.
¡No nos conformemos con el tradicional guiso! Podemos elaborar recetas menos habituales como unas pochas con almejas, unos garbanzos con pollo o unas lentejas con sepia. Y si combinamos las legumbres con cereales conseguiremos un plato de lo más completo. ¿Qué tal unas lentejas con arroz o unos garbanzos con quinoa?
También podemos añadir legumbres en nuestras sopas o purés e incluso elaborar platos más refrescantes para cuando el frío nos abandone. Lo que está claro es que al margen de cómo las cocinemos, siempre serán una opción muy saludable.