- Ékolo
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Está claro que la temperatura afecta a nuestro apetito. En invierno nos apetecen los platos de cuchara, mientras que en verano se agradecen las comidas más ligeras y refrescantes. Por eso, es preferible optar por alimentos con un mayor contenido de agua que, además de calmar nuestra hambre, calmen nuestra sed. De ahí, que frutas como el melón o la sandía sean de las más típicas en esta época del año. Pero también algunas verduras – como las alcachofas, los espárragos blancos o los espárragos verdes – tienen una gran cantidad de agua que nos ayudará a mantenernos bien hidratados.
Es recomendable también que optemos por alimentos ricos en fibra, que nos sacien sin necesidad de que nos pesen en el estómago. Fibra como la de las legumbres, que lejos de lo que podemos pensar, no son solo para el invierno. Hay muchas formas de comer lentejas, alubias o garbanzos cuando el calor aprieta. Se pueden servir en una ensalada o preparar sopas frías con ellas. Aquí puedes consultar algunas ideas para cocinar las legumbres en verano.
Otro alimento que nos aporta mucha fibra y que podemos consumir en verano es el pimiento que además de aportarnos una buena dosis de vitaminas A, B, C y D, nos dará mucho juego en la cocina para preparar platos veraniegos. Puedes utilizarlo para elaborar un gazpacho o una escalibada. ¿O por qué no preparar unos pimientos rellenos que puedas servir fríos? Por ejemplo pimientos de atún, txaka y mahonesa. ¡Receta sencilla y deliciosa!
Y cocinando cocinando… no podemos olvidarnos del condimento estrella: el aceite de oliva. Su consumo es recomendable todo el año, pero especialmente en verano, puesto que puede ayudarnos a proteger nuestra piel. Esto se debe a su alto contenido en vitamina E, la cual protege las células del estrés oxidativo y reduce los daños causados por la radiación del sol. Por eso, ahora más que nunca, no olvides aliñar tus platos con aceite de oliva virgen, preferiblemente en crudo.
Hidratación extra
Lo más importante durante el verano es que estemos bien hidratados, por eso necesitamos beber mucho líquido. El agua es imprescindible, pero también podemos compaginarla con zumos de frutas 100 % naturales, como los zumos ecológicos ékolo.
¡Cualquier sabor es bueno en época estival! Pomelo, mandarina, naranja, manzana, pera, uva, kiwi, granada… Hay mucho donde elegir. Pero sin duda alguna, el rey del verano es el zumo de limón. La limonada es una de las bebidas más refrescantes que hay y además con muchas propiedades depurativas. ¡Elige tu zumo favorito y no te deshidrates este verano!