Nuestro tomate NO lleva ácido cítrico. En su lugar, añadimos un poco de zumo de limón para su conservación.
El tomate frito BIO ékolo se sofríe en aceite de oliva virgen extra acompañado de aromáticas como cebolla y ajo y un equilibrio entre azúcar de caña, sal y zumo de limón ecológico como corrector de acidez (nuestro toque especial).
Lo cocinamos despacito para que se caramelice y adopte ese sabor tan característico.