Cómo usar los cítricos en la cocina

Resulta casi imposible decir que no nos gustan los cítricos, puesto que la variedad es muy amplia: naranjas, limones, limas, pomelos, mandarinas…Y, como veremos a continuación, todos los tipos de cítricos pueden ser utilizados a la hora de cocinar.

¿Qué frutas son cítricas?

Suelen surgir muchas dudas sobre qué frutas son cítricas y cuáles no. Con la naranja, el limón o la mandarina lo tenemos claro, ¿pero es el kiwi un cítrico? ¿Y qué hay de la piña, está considerada una fruta cítrica? El tomate es otro de los alimentos en interrogante, ¿es también un cítrico? Para salir de dudas lo mejor es empezar por definir qué es un cítrico.

Los cítricos engloban a todas las frutas que pertenecen a la familia de los “citrus”. Hay varios tipos de árboles “citrus” que además suelen dar lugar a muchos híbridos, de ahí que la variedad de cítricos sea tan amplia. Los tipos de cítricos más conocidos son los que ya citábamos al principio: naranja, mandarina, limón, lima, pomelo… con todas sus variedades. La mandarina puede ser clementina, clemenvilla, satsuma… La naranja navelina, salustiana, valenciana late… y así un largo etcétera.

La granada, aunque no forma parte de la familia de los “citrus”, podría considerarse como tal por su alto contenido en ácido cítrico. Sin embargo el kiwi es una fruta subtropical que, aunque es muy rica en vitamina C, como lo puede ser la naranja o la mandarina, no contiene tanto ácido cítrico. Lo mismo ocurre con el tomate o la piña. Son frutas ricas en ácido cítrico, pero no pertenecen a la familia de los “citrus”.

Ácido cítrico, ¿Es bueno o malo?

El ácido cítrico es un compuesto que, como estamos viendo, se encuentra de forma natural en muchas frutas y hortalizas, no solo en los cítricos propiamente dichos. De primeras, el ácido cítrico resulta beneficioso para la salud ya que es un potente antioxidante que nos ayuda a reforzar las defensas y a regular el colesterol, aunque bien es cierto que hay que controlar su consumo ya que tomado en exceso puede producir erosión dental o provocar molestias gastrointestinales. Por eso, suele estar desaconsejado en caso de ulceras, reflujo gástrico y otras dolencias de estómago.

Otro de los beneficios del ácido cítrico es su capacidad para conservar. De ahí, que se utilice mucho en la industria agroalimentaria como conservante artificial. Es el E-330, un aditivo que puede obtenerse de forma natural por extracción de frutas cítricas o de forma sintética fermentando azúcar de sacarosa o glucosa con un tipo de hongo. Su nivel de toxicidad es relativamente bajo en comparación con otros aditivos, pero en Ékolo preferimos prescindir de este ácido cítrico sintético y utilizar como conservante zumo de limón, ¡mucho más natural!  Es el caso de nuestra gama de tomates ecológico, frito y triturado, que no contienen ácido cítrico.

Consumo de cítricos en otoño

El otoño es el mejor momento para consumir cítricos. Es en esta época del año cuando empieza la temporada de la mayoría de las frutas cítricas y suele extenderse durante todo el invierno.

Los cítricos son ricos en vitaminas A, B1, B2 y C. Su consumo nos ayuda a reforzar el sistema inmunológico y a favorecer la absorción de hierro. Además, protege nuestro sistema digestivo y nos ayuda a controlar los niveles de colesterol y de ácido úrico.

Cocinar con cítricos

Son muchos los beneficios que nos aporta el consumo habitual de cítricos, por eso vamos a darte algunas ideas para incorporarlos en nuestra dieta, ya que podemos dar a los cítricos muchos usos en  la cocina.

Limón

El limón es el cítrico más ácido y, quizás, el más usado en la cocina. De hecho, aparte de tomarlo en zumos, su uso se limita prácticamente a lo culinario. ¿A ver quién es el valiente que se come un limón como si de una mandarina o una naranja se tratara? En la cocina el limón es un aliado perfecto para sustituir el aceite o el vinagre en los aliños de tus ensaladas, o para hacer más sabrosos tus platos de pescados.

El limón nos ayudará además a evitar que se oxiden otros alimentos, por ejemplo una pieza de fruta ya cortada. Si has dejado la mitad de una manzana o de un aguacate, añádele un chorrito de limón para que se conserve mejor.

Naranja y mandarina

La naranja y la mandarina son los cítricos más consumidos. De hecho, el zumo de naranja es el favorito de muchos para empezar el día con un desayuno saludable. Aunque nosotros te recomendamos que pruebes el zumo de mandarina, perfecto para aquellas personas a las que el zumo de naranja les resulta muy ácido.

Fuera del desayuno, podemos añadir zumo de la naranja o de mandarina a nuestros guisos de carne, ya que los cítricos ayudan a ablandarla y a neutralizar la grasa. Del mismo modo, puedes utilizarlo con los pescados. Prueba el salmón al papillote con zumo de naranja, ¡quedará mucho más jugoso!

Por otro lado, al igual que el limón, las naranjas y las mandarinas pueden servirnos para preparar aliños de ensaladas, pero también podemos añadir unos gajos como un ingrediente más. Una ensalada de escarola con naranjas y frutos secos o una de espinacas con mandarina y mozzarela fresca. ¡Las combinaciones son infinitas!

Y para el postre, ¿qué tal unas brochetas? Combina la naranja y la mandarina con otras frutas más dulces como el plátano, la manzana y la pera y tendrás un postre de lo más sabroso y nutritivo, ¡y sin apenas calorías! Además los cítricos ayudarán a que el resto de las frutas de la brocheta no se oxiden.

Pomelo

El pomelo no es un cítrico tan consumido como la naranja y la mandarina, pero es sin duda es una fruta que debemos incluir en nuestra dieta por la cantidad de beneficios que nos aporta. Un zumo de pomelo por la mañana no ayudará a depurar el organismo ya que es el cítrico más diurético y el menos calórico.

En la cocina podemos darle un uso muy similar al que veíamos con la naranja, la mandarina y el limón: preparar aliños, condimentar pescados o preparar algunos postres.

Granada

Como decíamos, la granada entra en este grupo de frutas cítricas y es también una fruta muy presente en el otoño y el invierno.  En ensaladas esta deliciosa; con escarola, endibias o lechuga rizada. Cualquier vegetal que elijas combinará con la granada para elaborar una deliciosa ensalada de invierno.

Puedes añadir la granada al yogur, incorporarla en tus recetas de repostería o preparar un sirope de granada que dará un toque diferente a tus platos.

La cáscara de los cítricos

Y aquí todo se aprovecha, porque la cáscara de algunos cítricos, como la de la naranja o la del limón, suele ser muy utilizada en la repostería para aportar aroma y sabor.

También podemos utilizar la cáscara para acompañar refrescos, y mejor si además estas bebidas son caseras. Prepara una rica y saludable limonada con agua, azúcar y limón; un refresco de naranja con zumo de naranja y agua con gas; o cualquier cóctel sin alcohol a base de zumos naturales. ¡La cáscara le dará el toque final!

Con todas estas ideas ya no tienes excusas. ¡Comienza a utilizar cítricos en la cocina!

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